La pizza, ese delicioso manjar que nació en Italia, ha recorrido el mundo y se ha adaptado a las costumbres y gustos de cada región. Cada país tiene su propio estilo, sus ingredientes exclusivos y, por supuesto, su forma particular de disfrutar este plato tan versátil. Acompáñanos en un viaje por diferentes rincones del planeta para descubrir las variaciones más sorprendentes de la pizza.
En Estados Unidos, la pizza se ha reinventado en varias formas. La más famosa es la pizza estilo Chicago, que se caracteriza por su masa gruesa y borde elevado, similar a una tarta. En lugar de ser plana, se monta como una especie de «tarta de pizza» rellena con queso, salsa y otros ingredientes. En Nueva York, por otro lado, la pizza es delgada y crujiente, con un borde fino, pero firme, perfecta para doblarse y comer en la mano. Ambos estilos son tan populares que, aunque provienen del mismo país, pueden ofrecer una experiencia completamente diferente.
En Argentina, la pizza tiene un lugar especial en la cultura culinaria, y su estilo se distingue por una base gruesa y esponjosa, con un borde prominente. Es común ver pizzas con abundante queso, como la «fugazzetta», que lleva una capa gruesa de mozzarella y cebolla. Además, las pizzas argentinas son famosas por la generosidad de sus ingredientes y por la forma en que se sirve, a menudo en porciones grandes para compartir en familia o con amigos. Los argentinos también disfrutan de versiones con carne, como la pizza de «milanesa» o la de «provolone» con jamón y aceitunas.
En Italia, la pizza también tiene muchas caras. La pizza estilo napolitana es una de las más emblemáticas, caracterizada por su base fina y sus ingredientes simples: tomate, mozzarella, albahaca, aceite de oliva y sal. Sin embargo, dentro de Italia, la pizza napolitana puede variar en algunos lugares, y algunas versiones tienen un borde más grueso y esponjoso, lo que la hace aún más sabrosa. Por otro lado, en Roma, la pizza toma una forma más cuadrada y delgada, con una base crujiente y más ligera, ideal para comer de pie, como un «trancio».
En el norte de Italia, especialmente en ciudades como Milán, la pizza es más delicada y suele llevar ingredientes frescos y de alta calidad. Se puede encontrar la pizza «al taglio», una variante que se sirve en porciones rectangulares y con una gran variedad de toppings, como verduras asadas, setas y carnes curadas. Además, en el norte se valoran las combinaciones de quesos curados, como el gorgonzola, junto a ingredientes más sofisticados como el prosciutto crudo.
La pizza es, sin duda, un plato que trasciende fronteras y se adapta a los ingredientes y costumbres locales. Lo que comenzó como una receta simple en Italia, ha evolucionado para convertirse en un símbolo de la gastronomía global. Cada región aporta su propia identidad a este platillo, y es fascinante descubrir las variaciones que existen, cada una con sus historias, sabores y tradiciones.